No os podéis llegar a imaginar lo que me ha costado escribir esta entrada. Bueno, vayamos al grano. Antes de nada, avisaros que la entrada será larga. Así que sentaos y relajaos, que el viaje no será corto.
Esto es el resultado de un propósito de año nuevo, abrir de nuevo un blog y dedicarme básicamente, (obligarme) a escribir en él para, de alguna manera, acabar con el bloqueo creativo que llevo arrastrando años.
El otro día, haciendo balance de cómo había ido el año, me di cuenta de que el 2019 ha sido un año neutro. Pero neutro, en el sentido de que las cosas malas y buenas se han llegado a un empate. Básicamente empecé el año hasta arriba de trabajo, deadlines casi imposibles y dando mi vida (literalmente) al trabajo.
En verano me diagnosticaron una enfermedad que me obligó a quedarme en la cama sin moverme un mes y medio. Sin embargo, en la segunda mitad del año, tuve la oportunidad de des-virtualizar a un montón de gente, amigos que por años solo habían sido de twitter, por fin pude verlos en persona, algo que, estrechó aún más nuestra amistad.
Lo mejor es que he tenido la oportunidad de conocer a gente muy interesante y maja, gente con la que realmente me siento identificado y podemos estar hablando horas y horas sin cansarnos. Con esto no quiero decir que mis amigos y amigas de toda la vida no valgan nada, sino que, llegué a un punto de mi vida en qué necesitaba salir un poco de mi zona de confort, lanzarme un poco a la aventura y conocer gente. Los amigos de siempre estarán allí, siempre y cuando uno cuide los lazos que nos une, pero necesitaba algo más. Y después del verano que había pasado, entre hospitales y analíticas y reposo total, creo que era el momento indicado de hacerlo. Siempre había tenido la inquietud, pero nunca me atrevía a dar el paso. En esta ocasión fue diferente, estaba harto de todo y necesitaba una desconexión de mi alrededor.
Y bueno, aquí estamos. A punto de acabar otro año, pero no la década (recordemos que la década acaba cuando iniciemos 2021). Tenía ya ganas de volver a la blogosfera.
Por allá de 2012 inicié un blog de reseñas que estuvo activo hasta más o menos 2015, cuando la universidad acabó con el poco tiempo que tenía para actualizarlo. Sin embargo, aunque cerré el blog, siempre seguí conectado por aquí y con el guisanillo de escribir, aunque por aquel entonces, entre TFG, erasmus, e intentar iniciar una carrera laboral, no me acababa de decidir a volver. Ahora, después de la enfermedad, de este año que ha sido un completo caos (ojo, eso no quiere decir que haya sido malo) y las personas que he tenido la oportunidad de conocer, es como que he recobrado esa fe, esas ganas en escribir que tenía. Hace unos días, no paraba de ver situaciones o cosas o yo qué sé, que estimulaban mis ganas de escribir. Era como si la vida me gritara que lo retomase.
Bueno, ahora ya con un grado universitario y con una carrera profesional despegando, he podido encontrar la paz que necesitaba. Vuelvo a escribir, a tener ideas, a ser creativo, y lanzarme a la aventura. No sabéis lo feliz que me hace esto.
Pero pero, ¿este blog de qué va? ¿qué temas vais a encontrar?
Realmente la respuesta a aquí sería un poco de todo. Básicamente quiero usar este blog para ayudar a ordenarme las ideas, reflexionar cuando lo necesite, hablar de las cosas que me gustan, retomar las reseñas de libros, tratar temas personales... básicamente sería como una terapia.
Sé que los expertos en SEO y blogs siempre comentan que lo mejor es empezar un blog con una idea clara de a dónde va a dónde se dirige. Pero yo quiero que este blog sea humano, cercano. Y no hay nada más humano que el desorden.
Y bueno, creo que me ha quedado un poco larga la introducción a todo esto, pero siempre viene bien un poco de historia para ubicar a los lectores.
A todo esto, nos leemos por aquí.
No hay comentarios
Publicar un comentario